Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo
Bondage es un término francés que se traduce en español como ‘esclavitud’ o ‘cautiverio’ y es una de las fantasias sexuales más comunes y una de las que nos cuesta más expresar. En esta práctica se disfruta inmovilizar o ser inmovilizado durante el encuentro para aumentar el placer, sentir dolor o hacer sentir dolor, recibir órdenes o darlas, recuerda que sin importar tus preferencias, lo más importante de esta práctica es que conozcas sus reglas y que haya consenso y consentimiento mutuo.
Los roles son vitales durante este tipo de dinámicas y también hay reglas para que la situación no se salga de control.
El lema de BDSM, seguro, sensato y consensual, es fundamental. Lo más seguro es hacer una lista personal de cosas aceptables y las intolerables, uso de palabras de seguridad, claves para que la pareja detenga de inmediato la práctica cuando no se desea seguir por cualquier razón.
La seguridad tiene que ver con los elementos que se usan para inmovilizar a la persona, si vas a usar esposas, éstas deben ser especiales, que permitan su liberación aun sin la llave. Las cuerdas deben ser especiales, no se deben usar: calcetas, cuerdas o cables eléctricos, pues cortan la circulación sanguínea. Además, los nudos son específicos para evitar lastimar, para esto hay manuales concretos sobre estas técnicas.
La esencia del bondage es que la persona que es inmovilizada sea muy consciente de las sensaciones que experimenta al ser sometida a estímulos eróticos de manera tal que sólo puede recibir, pero no dar placer.
Es importante conocer los gustos de tu pareja, considerar sus miedos y debatir cómo se llevará el encuentro, para no sobrepasar ningún límite.
Debemos estar muy claros, que las practicas de atar a una persona y someterla a un acto sexual sin su consentimiento es abuso sexual y puede llegar al delito de violación.
Fuentes:
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