5 momentos en los que ocurrió magia de verdad en Disneyland
De niños todos queríamos ir a Disneyland porque estábamos convencidos de que era un lugar en donde la magia existía; aquí te presentamos 5 historias de magia real que pasaron en el lugar más feliz del mundo. No hay varitas ni hechizos, pero sí mucho amor.
El ataque de los piratas
Una adolescente visitó Disney usando una playera sin mangas. Cuando Peter Pan la vio le tomó el brazo y observó de cerca las cicatrices que ella se había infligido. La chica se avergonzó y quiso retirar la mano pero Pan le dijo: “¿ésas son cicatrices hechas por piratas? El Capitán Garfio puede ser rudo a veces, no se da cuenta que en verdad lastima. No te preocupes, la próxima vez puedes ir al país de Nunca Jamás conmigo y no dejaré que nada malo te pase”.
Ella le preguntó a Peter por qué le importaba tanto, y el joven actor respondió que nadie debería tener que lidiar con tanto dolor personal, y que marcas como esas pueden hacerte crecer demasiado rápido. Un mensaje hermoso para esta pequeña que sintió tanto cariño de Peter Pan que decidió compartir su historia en Internet.
La conversación con las tortugas
Ellen Reavis llevó a su familia a ver el show interactivo Turtle Talk con Crush, pero su hijo autista comenzó a sentirse abrumado. Un empleado de la atracción llevó a toda su familia a un cuarto tranquilo para ver la función a solas. Los empleados de Disney realmente se preocupan por que ese día mágico que para muchos niños ocurre sólo un par de veces en sus vidas, sea lo más maravilloso posible.
La tragedia del helado
Jeannette y su hija fueron por helado a la calle principal de Ice Cream Parlour. La pequeña estaba muy feliz hasta que alguien chocó con ella y su helado se cayó al piso. Un trabajador del parque vio lo ocurrido y se apresuró a darle a la niña un cupón por un cono gratis; le aseguró que era un regalo de su hada madrina.
Una charla callada
Una mujer fue con su hijo al parque pero estaba preocupada de que él no interactuara con los personajes y se sintiera abrumado, porque es muy penoso. Cuando Pinocchio vio al tímido muchacho se puso de rodillas y jugó a los trenes con él en silencio. El chico se sintió feliz e identificado, porque los personajes no hablan.
El globo perdido
Una niña pequeña perdió su globo firmado por Bella. Era uno muy especial porque, además ser un regalo de su personaje favorito, su difunto padre solía llamarla por ese apodo.
Un miembro del cast usó otro globo como caña de pescar y pudo rescatar el que se encontraba en el techo. La niña recuperó su autógrafo.
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