¿Sientes ansiedad o enojo al amamantar a tu bebé? No eres la única
Cuando estabas embarazada soñabas con ver por fin la carita de tu bebé, tenerlo en tus brazos, protegerlo y llenarlo de amor… Seguro te informastes sobre distintos temas y descubriste todos los beneficios de la lactancia materna, no solo para aportarle nutrientes esenciales a tu hijo, sino para fortalecer el lazo madre hijo.
Desde luego te imaginaste amamantando a tu bebé con una enorme dicha, sin embargo la realidad ha sido distinta. Si has sentido ansiedad o enojo al amamantar a tu bebé, no te sientas culpable, aunque no lo creas no eres la única y esto es lo que puede haber detrás…
Ese sentimiento de ansiedad, de no querer amamantar, angustia, enojo al hacerlo, culpa, pueden ser señales de alerta de la llamada agitación por amamantamiento o agitación de la lactancia, en inglés Breastfeeding Aversion and Agitation (BAA).
De acuerdo con la revista portales médicos, la agitación por amamantamiento o agitación de la lactancia es el rechazo inconsciente e irracional a la lactancia materna del hijo que se amamanta.
La madre que sufre de la agitación de la lactancia experimenta culpa y vergüenza, pues no comprende cómo puede molestarle y generarle tanto malestar amamantar a su bebé.
Hasta la fecha no se sabe la causa de la agitación del amamantamiento, pero algunos especialistas lo atribuyen al desajuste hormonal de la madre.
En la mayoría de los casos, la agitación del amamantamiento es temporal o suele experimentarse solo en algunas tomas, sobre todo en las noches.
Otros factores que se le han atribuido a la agitación del amamantamiento o agitación de la lactancia son prolongar la lactancia hasta la niñez, niños mayores con mal agarre o que lastiman al succionar el pezón, regreso de la menstruación, estrés, cansancio de la madre, tener un bebé demandante, entre otros.
¿Qué hago si sufro de agitación del amamantamiento o agitación de la lactancia?
Lo primero que debes hacer es dejar la culpa de lado, tú no decides experimentarla.
Lo siguiente es aplicar algunas medidas para que al amamantar a tu hijo no te sientas tan mal como darle tomas un poco más espaciadas, sin que eso implique que tu bebé pase hambre, buscar distractores al amamantarlo, ver una película o serie que te distraiga, pensar en algo positivo, seguir una dieta balanceada, descansar, realizar actividades que te relajen, darte un espacio solo para ti, pedir ayuda y no quedarte encerrada en casa.
Verás que con estos sencillos consejos le darás la vuelta a la agitación del amamantamiento o agitación de la lactancia, pero si no funciona, puedes suspender la lactancia y optar por darle fórmula a tu bebé o combinarla.
No eres menos madre por no amamantar. Recuerda que tu bebé te necesita feliz.
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