Lo que el flujo vaginal dice de tu salud
El flujo vaginal es una forma que tiene nuestra vagina de mantenerse sana. Proporciona lubricación y protección contra infecciones e irritaciones en estos delicados tejidos. Por eso debemos estar siempre atentas a los cambios que nuestro flujo pueda presentar, ya que es un buen indicador de si nuestro cuerpo se encuentra sano y en óptimas condiciones.
¿Qué es el flujo vaginal?
Son células que se liberan de forma continua a través de la vagina. La cantidad que produce nuestro cuerpo varía según la etapa del ciclo menstrual en la que nos encontramos. Conforme pasan los días del mes la consistencia del flujo cambia de blancuzco y pegajoso a transparente y acuoso.
Sin embargo, algunas situaciones pueden alterar el color, olor o consistencia de nuestro flujo. Por ejemplo, un flujo de consistencia como queso cottage acompañado de dolor o picazón puede ser síntoma de una infección vaginal.
El flujo y la infección vaginal
Los síntomas más comunes de una infección vaginal son:
- Flujo blanco o grisáceo, espeso y grumoso, sin olor
- Comezón en la vulva y/o vagina
- Enrojecimiento de la vulva
- Dolor al orinar o durante las relaciones sexuales
Si tu flujo cambia y presentas otros síntomas de esta lista es muy probable que tengas una infección vaginal. ¡Pero no te preocupes! Los tratamientos son rápidos, efectivos y de venta libre en farmacia. Usualmente su fórmula contiene Clotrimazol y te recomendamos las presentaciones que tienen Óvulo y crema en el mismo empaque. La crema alivia los síntomas externos y el óvulo las internas.
Si es tu primera infección vaginal, o si cumples con alguna de estas condiciones, te recomendamos acudir al médico.
- Tu flujo tiene mal olor
- Sientes dolor abdominal
- Llevas más de 3 infecciones vaginales en un año
- Estás embarazada, crees estarlo, o estás lactando
- Tienes múltiples parejas sexuales
- Tienes fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos
- Tienes diabetes.
Otras enfermedades que pueden alterar tu flujo vaginal
Aunque las infecciones vaginales son las más comunes, existen otros padecimientos y condiciones que también tienen como síntoma alteraciones en el flujo vaginal como algunas enfermedades de transmisión sexual, el embarazo o incluso un tampón olvidado dentro de la vagina.
Por eso si tu flujo tiene mal olor, o el tratamiento contra infecciones vaginales no acaba con tus síntomas, debes acudir al médico.
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