Los fármacos antiobesidad NO son anfetaminas
¿Los fármacos antiobesidad son anfetaminas?
Erróneamente se ha generalizado el término de “parecido o semejante a anfetamina” para referirse a los fármacos antiobesidad. Sin embargo, estos fármacos son en realidad derivados de la B-feniletilamina los cuales, si bien es cierto, pueden compartir una semejanza estructural con la anfetamina pero las modificaciones hechas en su estructura disminuyen la estimulación en el sistema nervioso central pero mantienen el efecto de inhibición del hambre o anorexigénico. De esta manera el riesgo potencial de crear adicción o dependencia disminuye considerablemente.
¿Porque los fármacos antiobesidad mantienen una mala reputación?
Desde tiempo considerable, el tratamiento farmacológico de la obesidad ha sido visto como una opción terapéutica controversial y sujeto a críticas considerables. Esto se debe a numerosos factores entre los que se pueden destacar el mal uso de los fármacos disponibles, la generalización de la prescripción de los medicamentos, la comercialización abusiva de preparaciones galénicas y el fallo en reconocer a la obesidad como enfermedad y poderoso factor de riesgo para el desarrollo de otras enfermedades crónicas . Sin embargo, aceptar a la obesidad como enfermedad y reconocer las limitaciones del tratamiento no farmacológico (como dieta, ejercicio y modificación de la conducta), nos puede llevar a la inevitable conclusión de que se requiere un tratamiento farmacológico efectivo. Además, esta conclusión no sería inusual debido a su semejanza con el tratamiento de otras enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, donde se requiere la intervención farmacológica para su control a largo plazo.
Por otra parte, el amplio espectro del peso corporal que va desde enfermedad seria (obesidad), riesgo médico (sobrepeso), peso sano (normal) y bajo peso (delgadez) lo hace susceptible a la presión social (moda) y el deseo de tan solo un cambio cosmético. El uso de estos fármacos para “tratar” personas que medicamente no se beneficiarían de la pérdida de peso, subestima claramente el valor del mismo fármaco cuando éste es utilizado como coadyuvante del tratamiento en personas con obesidad.
¿Pero en realidad que son las anfetaminas?
Las anfetaminas son estimulantes del sistema nervioso central que producen mayor lucidez,excitación, energía, actividad motora y del habla, mayor confianza en uno mismo y capacidad de concentración, sensación general de bienestar y disminución del hambre. Fue descubierta en 1910 (Barger & Dale) pero se sintetizó hasta 1927 por el químico G.A. Alles, mientras estaba buscando un sustituto de la efedrina (una opción menos costosa y más fácil de sintetizar). Se introdujo en el mercado en 1935 para el tratamiento de la narcolepsia (problema del sistema nervioso que causa somnolencia extrema y ataques de sueño durante el día). En 1937 se reportaron los efectos benéficos de la anfetamina en el tratamiento de problemas conductuales severos en niños, lo que ahora se conoce como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Las propiedades de la anfetamina para mejorar los procesos mentales implicados en el conocimiento, fueron rápidamente reconocidos en reportes donde se encontraba una mejoría en las pruebas de inteligencia, extendiéndose su uso para reducir el estrés, mejorar la concentración y el rendimiento intelectual por académicos, estudiantes y profesionales de la medicina.
Este compuesto también se utilizó ampliamente por los soldados del servicio Británico y Americano en la segunda guerra mundial, estimándose que se habían suministrado cerca de 150 millones de tabletas con este compuesto (Benzedrine) durante el conflicto bélico.
Recuerda que todos los medicamentos para control de peso con UNA AYUDA, no una solución.
Deja una respuesta