Los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio!
Los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio y definitivamente la comida frita y procesada está completamente fuera de tu dieta, pero no nos dejarás mentir: cuando cocinas, sueles añadir unas cuantas cucharaditas de aceite, ya sea para darle un poco de sabor a tus comidas o simplemente para que no se pegue, pero esas ni tan poquitas gotas al final de la semana pueden sumar calorías que no sólo afectarán tu peso, sino también tu salud.
Solo para que te des una idea, checa esta información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos:
100 gramos de papas tienen alrededor de 80 kcal, cuando las cocinamos con aceite se convierten en 162; un bife de lomo a la plancha aporta 119 calorías, mientras que una milanesa suma 310; y 85 gramos de pollo asado aporta 160 calorías, frito aumenta a 228.
Impactante, ¿no crees? Pero tranquila, esto no quiere decir que tengas que comer todos tus platillos hervidos, crudos, aburridos y sin sabor, sólo tienes que seguir una serie de pequeños trucos para eliminar incluso al 100% el uso de aceite en tu cocina.
1. Sustituye
El oliva, girasol o coco siguen siendo aceites, úsalos con mucha moderación y no te dejes fiar porque son más naturales o menos dañinos que el tradicional. Mejor prueba sustitutos que además de darle sabor a tus comidas sean saludables como el limón y las especias. Ponte creativa y prueba combinaciones, te sorprenderán las recetas que puedes crear.
2. Cuidado con los sazonadores
Algunas salsas envasadas están hechas a base de crema de leche o aceite de manteca. De nada sirve cocinar sin grasa si al final terminarás agregando calorías intentado darle sabor a tus alimentos. Siempre que puedas prepara tus propios sazonadores y aderezos con los ingredientes que más te gusten y que sean más saludables.
3. Consigue el mejor sartén
Tan simple como eso, un buen sartén te ahorrará cientos de calorías ya que podrás preparar tus alimentos favoritos sin miedo a que se peguen.
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