A la hora de adelgazar, más allá de la dieta o rutina de ejercicio debes saber el tipo de metabolismo que tienes, ¿por qué? ´

Éste determina la velocidad de tu cuerpo para digerir los alimentos y quemar calorías.

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, el metabolismo se define como el “proceso de trasformar la energía a través de reacciones químicas enzimáticas; lo que permite a un organismo crecer, reproducirse repararse y responder a estímulos”

Cuáles son los diferentes tipos de metabolismos

Ahora bien, para conseguir tu peso ideal es necesario que descubras qué tipo de metabolismos tienes… ¡Descúbrelo!

Te gusta la comida salada (ejemplo, papas fritas). Tienes a sufrir ataques de ansiedad, un fuerte apetito; además experimentas fatiga muy a menudo. Sin embargo, tu quema de grasa y proteínas es más eficiente.

A la hora de comer ordena tu plato de la siguiente manera: 50% proteína (carne, soya, queso, pechuga de pollo, sardina), 30% grasa (aguacate, aceitunas, nueces), 20% carbohidratos (zanahoria, frijoles, uvas…).

Tipo B

Tienes una fuerte inclinación por lo dulce (incluyendo galletas, pasteles…); además tu apetito es impulsivo y poco organizado y sueles ser adicto a la cafeína. Lamentablemente a este tipo le cuesta más trabajo eliminar grasa, por lo que deben ser muy respetuosos en su alimentación.

Si te identificas entonces tu plato debe contener: 20% proteína (carne, soya, queso, pechuga de pollo, sardina), 10% grasa (aguacate, aceitunas, nueces), 70% carbohidratos (zanahoria, frijoles, uvas…).

Tipo C

Tienes la capacidad de metabolizar proteínas, grasas e hidratos por igual; por lo que se te antoja tanto lo dulce como lo salado.

Tu plato lo debes dividir en: 33% proteína (carne, soya, queso, pechuga de pollo, sardina), 33% grasa (aguacate, aceitunas, nueces), 33% carbohidratos (zanahoria, frijoles, uvas…).

Aunque debes tomar en cuenta…

Que además de la alimentación hay factores genéticos y ambientales (como el estrés) que pueden alterar dos elementos básicos de tu metabolismo:

Anabolismo: Que se encarga de la quema de grasa para proporcionar energía para el crecimiento de tejidos.

Catabolismo: Proporciona energía al cuerpo para trabajar; ejemplo, hacer ejercicio.

Ahora que ya sabes qué tipo de metabolismo tienes, logra por fin ese objetivo de bajar de peso.