¿Cómo saltar la cuerda sin lastimar tus rodillas?
Saltar la cuerda es, sin duda, un excelente ejercicio para tu cuerpo, pues no sólo te permite quemar grasa, también te ayuda a tonificarlo. El problema es cuando llegas a la edad del dolor de rodillas y te preguntas: ¿cómo saltar la cuerda sin lastimar mis rodillas? Aquí te decimos.
¡Levántate del sillón!
“Chécate, mídete, muévete”, seguro lo leíste cantando. Pues sí, moverse es parte de llevar una vida saludable, tanto así que la Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos de 18 a 64 años practiquen mínimo150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 de actividad física intensa.
Por su parte, la Fundación Española del Corazón afirma que, combinar ejercicio físico con una dieta equilibrada, es la clave para mantener a raya las enfermedades cardiovasculares (conoce algunos factores de riesgo para desarrollarlas). En ese sentido, puntualiza que hacerlo continuamente aumenta los valores del colesterol “bueno” y disminuye los niveles de triglicéridos (conoces las diferencias entre ambos). Razones suficientes para desempolvar tu cuerda, ¿no?
Salta la cuerda y cuida tus rodillas
La mayoría aprendimos este “arte” desde niños y realmente no necesitas más que tu cuerpo y una cuerda (claro y ropa deportiva), ¿entonces qué te detiene? “¡Mis rodillas!”, ya te escuché decir, y es que pareciera que superados los 20s, los achaques llegan (si es tu caso, descubre por qué te duelen las rodillas al subir escaleras). Pero buena noticia: ¡sí puedes saltar la cuerda sin lastimarte!
De hecho, aunque no lo creas, un estudio publicado en la revista Gait & Posture afirma que saltar la cuerda es mejor para tus rodillas que correr, pues impone una carga mucho más leve… ¡Ah!, y de paso quema un 30% más de calorías.
Según los especialistas, a diferencia de la cuerda, el running produce casi el doble de fuerza máxima en la rótula, lo cual se traduce en mayor impacto para tus articulaciones, por lo tanto, cambiarte de “bando”, puede ayudarte a reducir lesiones comunes entre corredores.
Hazlo de la forma correcta
Aunque saltar suponga un menor impacto en tus rodillas, tampoco se trata de meterle nitro, pues todo exceso puede resultar en un desgaste, mejor sigue estas recomendaciones y reduce el riesgo de no pararte al día siguiente:
1. ¡Calienta! Es clave antes de empezar, prueba con estos ejercicios.
2. Comienza con un ritmo leve y poco a poco ve evolucionando a mayor intensidad. Una opción es iniciar saltando con los pies juntos por 30 segundos y descansa 30 segundos por 5 minutos.
3. Alterna los saltos con otros ejercicios, como lagartijas, abdominales, planchas o desplantes.
4. El techo no es el límite obligado, basta con despegar unos centímetros del suelo tus pies.
5. Cuida dónde saltas, elige superficies blandas, como suelos de goma o tapetes de gimnasio, antes que las duras.
Finalmente, ¡escucha a tu cuerpo! No importa cuánto te recomienden un ejercicio, si no es el adecuado para ti, es mejor dejarlo y probar otro. Consulta a tu médico en caso de cualquier lesión y no olvides combinar el ejercicio con una buena alimentación e hidratación.
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