Bebés arcoíris: la esperanza en un hogar herido
Ante las palabras, ¡estoy embarazada! Nuestra piel se pone “chinita”. No solo por los cambios que ocurrirán en el cuerpo, sino en la vida. Sin embargo, esta felicidad se puede ver truncada por la pérdida, pero no es un final del sueño, porque existen los bebés arcoíris.
¿Qué son los bebés arcoíris?
No hay relación alguna con unicornios u ollas llenas de oro. ¡Pero en ellos hay magia! Se les llama bebés arcoíris a los pequeños que nacen después de un aborto espontáneo, muerte fetal o fallecimiento neonatal.
Las mujeres que viven esta experiencia tienen más posibilidades de sufrir depresión. La National Institute of Mental Health, describe a este padecimiento como un trastorno del estado de ánimo que causa los siguientes síntomas: sentimiento persistente de tristeza, ansiedad o vacío, culpabilidad, cambios en el apetito, dificultad para dormir, dolor de cabeza… entre otros más.
¿Por qué los bebés arcoíris son tan especiales?
De acuerdo a la psicóloga especialista en maternidad y directora del centro Calma, Sabina del Río, “estos infantes vienen a ser luz y color tras el terror y la oscuridad de la tormenta de perder a un hijo”.
Sin embargo, los expertos recomiendan que la mamá viva su dolor. ¿Qué quieren decir? Tomar tiempo para llorar, para entender lo que pasó y aceptar el adiós. Para ello puedes recurrir a acciones como plantar un árbol o crear un jardín.
Otra forma es contar a al nuevo miembro de la familia, la historia que sucedió antes de que él fuera concebido y cómo cambió sus vidas.
No lo olvides “la noche es más oscura justo antes del amanecer”. ¿Tienes un bebé arcoíris? Compártenos tu historia.
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